Los mocovíes hacia el siglo
XV ocupaban las tierras al oeste de los abipones y al este de los lules, esto es, territorios correspondientes a la provincia
del Chaco y a parte de la provincia
de Santiago del Estero.
Antes de la llegada de los
colonizadores españoles vivían fundamentalmente de la caza y la recolección. Constituían un pueblo muy guerrero, que
aprovechó para atacar distintas ciudades el caballo llevado por los europeos. El viernes santo de 1686 unos 800 mocovíes arrasaron la ciudad de Esteco,
aunque un puñado de españoles logró resistir la población no se recuperó y
desapareció 6 años después en un terremoto catastrófico. En junio de 1690 atacaron San Miguel de Tucumán matando a 45 personas. A
principios del siglo XVIII la presión española hizo que los mocovíes al mando
del cacique Notinirí se trasladaran hacia el sur de la provincia del Chaco y
norte de la provincia de Santa Fe en tierras de los abipones, llegando a atacar
la ciudad de Santa Fe en varias ocasiones. Cerca de esta ciudad se instaló una
reducción para miembros de esta comunidad.



